martes, 13 de agosto de 2019

ACERCA DE LA CORRUPCIÓN Y LA LUCHA POR EL PODER EN EL PERÚ


Perú
Realidad Actual, Corrupción, Elecciones  y Agudización de las Contradicciones en el seno del Poder

Por: Mario Rios Quispe

Realidad Actual desde una perspectiva diferente
Dicen los clásicos que, mientras haya predominio de propiedad privada sobre la tierra y sobre los medios de producción, el sistema capitalista no cambiará y por ende la explotación hambre y miseria que vive nuestro pueblo. Dentro del sistema, los organismos y aparatos del Estado que lo conforman solo sirven de sostenimiento; es el caso de los organismos supervisores, controladores y tutelares, donde, además, se hace impune la corrupción, este último, derivación del sistema; ejemplo, Poder judicial, Congreso, organismos supervisores entre otros. Tenemos pues un Estado que se va deteriorando y por consiguiente se va haciendo más opresivo contra el pueblo en un abierto chispero de contradicciones, donde el parlamento lleva la peor parte y que por ser una caja de resonancia, expresa lo putrefacto del sistema

Acerca de la economía capitalista
W. Ropke dice que la esencia del sistema de la economía de mercado está en que solo puede darse en un sistema competitivo opuesto al sistema colectivista. Bajo este principio no cabe medias tintas ni discursos tibios; apoyar una economía de mercado a ultranza como lo hace la izquierda burguesa, solo serviría para promover el sistema de explotación comprobándose que la izquierda peruana es la avanzada de la burguesía en el seno del pueblo, y también parte responsable de toda esta situación en la que está inmersa nuestra sociedad.

Para el sistema, un Estado promotor sería aquel que facilita las relaciones de economía de mercado por lo tanto ha de favorecer los monopolios en beneficio del imperialismo y de la gran burguesía, esto se expresa en el beneficio a las corporaciones como Odebrecht y empresas internacionales mineras, como resultado de esto tenemos el latrocinio y robo al pueblo peruano, y además, las agudas contradicciones que beneficia principalmente a la burguesía compradora, particularmente al grupo financiero y  gran exportador. Mientras que por el otro lado el propio grupo manufacturero y la industria en general sufren las consecuencias de la recesión, y se descarga con gran virulencia sobre las masas populares, donde por ejem nos obligan a autofinanciar nuestra seguridad social, pero ellos conservan y hasta amplían la plusvalía en detrimento del pueblo, y ahora si a eso añadimos la corrupción sería - hablando de forma coloquial - un robo doble. Además, el capitalismo y las dos facciones de la burguesía hacen mayor fetichismo, pues hacen ver las relaciones de intercambio, no las relaciones sociales de producción donde se expresa la explotación detrás de esos intercambios, y donde se ve claramente, que el problema no es el trabajo sino, la fuerza de trabajo que es explotación inmisericorde, punto medular de todo lo que vemos en la actualidad y que explica la corrupción del sistema.




Aspectos jurídicos y corrupción
El Estado es violencia organizada y quien lo tiene en su poder lo usará según sus intereses e ideologías, a modo de ejemplo, podría haber un Estado que tenga como programa la soberanía nacional, esto en el fondo significa emanciparse del imperialismo, que será tarea futura de las vanguardias políticas.

Veamos el caso peruano donde los actores políticos tradicionales y la llamada sociedad civil manipulado por los medios sugieren un golpe de estado, cierre del congreso o adelanto de elecciones para un nuevo gobierno, que en esencia es lo mismo, pues debemos tener presente que el pueblo no se beneficiará en nada, si es que no genera su propia vanguardia que procure el cambio de todo el sistema político.

Como sabemos, ha habido a lo largo de la vida republicana cambios suaves y bruscos en el Estado, a los cambios bruscos se le ha denominado “Reestructuración del Estado” que tuvo el Estado peruano en el Golpe de Estado en el Gobierno de Velazco y del gobierno de Fujimori, donde ha tenido como único propósito, mayor acumulación del capital en beneficio del imperialismo, la gran burguesía y la producción monopolista; lo prueba el hecho de que el Estado va asumiendo cada vez más funciones económicas y hoy casi poco importa el beneficio del pueblo con una reestructuración cada vez menos efectiva y de permanente fracaso.

Estamos pues en una crisis más profunda que la anterior, y que se ve expresado en las agudas contradicciones entre las dos facciones de la burguesía, una donde están todos los grandes exportadores,  el famoso club de la construcción y por el otro ligado al Estado que pugna por estar en el poder como un sector emergente pero que ambos, están envueltos en corrupción solo que el sector de la burguesía compradora tiene casi totalidad de los medios a su mando y por tanto orienta la opinión en función a sacarle los trapitos sucios al otro sector. Esta aguda lucha hace eco en el parlamento con el objetivo de tenerlo como piñata, al Poder Judicial de Gestapo, y a la prensa (waripolera) como orientador de la opinión pública al servicio de los intereses de la burguesía compradora; para ello en esta última década, los últimos cinco gobiernos han enfatizado en la libertad de información y su respeto, lo que en la práctica se ha expresado en el tremendo beneficio de las empresas periodísticas en dinero (armas informativas de la burguesía) que supera inclusive – en montos - los programas de regalías que se recibiera si los pueblos del sur aceptaran el proyecto Tía María; en esencia, la llamada libertad de información es para los explotadores y sus plumíferos.

La corrupción del que tanto hablan ¿en qué se diferencia de la plusvalía? Pues, el sistema capitalista tiene a la corrupción como uno de sus ejes de desenvolvimiento, mientras la plusvalía que es el robo del esfuerzo del trabajar; en los dos casos corrupción y plusvalía es robo, es su prima hermana.

En cuanto a la justicia sus deficiencias son derivadas del ordenamiento caduco del sistema político. El que haya subido Vizcarra a la presidencia no es para hacer la reforma de la justicia sino para controlarla en beneficio del gran capital y así seguir explotando más al pueblo ahora en mayores cuotas de poder que “reclamarán” ahogándose desenfrenadamente en corrupción. Lo que vivimos es pues la violenta confrontación entre los derechos conquistados y la presión del Estado peruano. Esta imposición está expresando posiciones de base fascista; nuevo fascismo: replanteamientos sustitutorios de la vieja democracia burguesa; un indicador de nuevo fascismo es irse en contra del parlamento, en esta coyuntura el sistema actual solo le queda generar más fascismo, y lo vemos cuando el gobierno “pecha” al congreso, le pide reformas ad pedem litterae; la paradoja es, habrá mayor fortalecimiento del poder presidencial sin partido político; lo que quiere decir que su respaldo viene de la gran prensa y del poder judicial que lo tiene atado; y esta es la paradoja, no hay ideología, programa, pero si hay maquinarias de control, presión político y reorientación constante de la opinión pública.

Por lo tanto, aumenta el nuevo fascismo aumenta el poder presidencial que a su vez es apoyado por la gran burguesía, esto lleva a pensar que el poder judicial se someterá aún más al poder político, y así se usará este poder para encarcelar con débiles pruebas y prisión preventiva lo que expresa (sin el ánimo de abogar por los corruptos) la debilidad del sistema; al respecto tenemos que ninguna teoría del derecho procesal penal acepta las pruebas indiciarias como fundamentales por lo tanto se está violentando el ordenamiento jurídico y la constitución (este último enlace entre la política y el derecho); debemos decir además que la actual lógica del manejo de la prueba indiciaria ha generado un cambio en el derecho de la teoría de la prueba lo que será usado posteriormente para detener y sofocar las luchas populares y sus justas demandas.

El paso siguiente de la dinámica del poder en el Perú es una centralización absoluta y esta será la negación de los principios demoburgueses del Estado Peruano, aparte que son violadores sistemáticos de la constitución como ya hemos visto y donde la “participación política de la sociedad civil” será parte del ordenamiento de la sociedad vigente y su sostenimiento pero con mayor deterioro.

Para este contexto actual hay un reto para la intelectualidad que es básicamente pequeño burguesa, y aun así es importante su rol al servicio del pueblo hoy como esclarecedores de la situación social política y económica, en el futuro serán indispensables en los cambios sociales inexorables. Aunque hay que barrer el derechismo y pesimismo en los intelectuales, lo que exigirá un trabajo más amplio en el debate y la lucha de dos líneas.


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