lunes, 26 de abril de 2010

SOBRE LA LEY 29510, COMENTARIOS



Polémica por ley que permite a todo profesional ejercer la docencia



ALGUNOS COMENTARIOS RELATIVO A LA LEY 29510 (Pronunciamiento de la Facultad de Educación UNMSM)


Por: Lic. Mario Ríos Quispe
Master in Business Management

De la ley 29510, así como del pronunciamiento del Consejo de facultad de educación de la UNMSM, se desprende algunos comentarios necesarios para ver con objetividad el sentido de incorporar profesionales de otras áreas en la tarea docente de los niveles básicos. Uno de ellos es que el juego siempre estará entre contenido y metodología solo que no hay metodología sin contenido; el contenido es traicionero, se esfuma, hay que actualizarlo; ahí radica el gran problema de la profesión docente, pues en la actualidad de mayores procesos del conocimiento, no le exime de actualizar contenidos inclusive a la altura de los especialistas. Este es uno de los grandes retos pedagógicos, como dice Julián de Zubiría carecemos de una pedagogía de los contenidos.

También es cierto que el dominio pedagógico a alcanzado niveles de disciplinariedad en los últimos tiempos más que todo por la psicometría que en cierta manera le ha dado un carácter científico, contando también con el apoyo de la antropología, la sociología, y las propias áreas del conocimiento científico.

Esta suerte de contenido - metodología que influencia entre profesional de otras áreas y pedagogos nos hace ver que es inviable pretender incorporar al profesional de otras áreas en la tarea pedagógica sin ninguna formación o una formación precaria; pero también es cierto que lo desarrollado en las aulas no han logrado los objetivos de Estado, ni las mínimas capacidades para ser un país sostenible y es que – como dice el Dr. Piscoya – hay una alta deficiencia en el conocimiento disciplinario aumentado a una estructura de trabajo que el ministerio se ha empecinado en que se cumpla. Decimos entonces “como se puede digerir aquello que no se consume” como podemos hacer fácil el conocimiento a las masas sino conocemos a mediana profundidad; por ejemplo los fractales, que para enseñar requerirá de conocimientos compactos consistenciados por la herramienta matemática y la programación.

Ante esto es necesario dos cualidades de un intelectual sea en ciencias o en letras; la modestia y la honestidad; la modestia es la base para seguir aprendiendo porque al ante “solo se que nada se” hoy como dice W. Chicana (curso internacional materia oscura FCF-UNMSM), “solo se que ni siquiera sabia lo que creía que sabia”; la honestidad es citar la fuente es reconocer lo que otros hicieron encumbrando el conocimiento, Isaac Newton manifestaba que el simplemente se apoyó en hombros de gigantes (Kepler y Galileo),

El educar es una necesidad nacional, el conocimiento especializado puede ser atributo de unos pocos, pero educar significa socializar el conocimiento, pues por último el problema no es el conocimiento sino la socialización de la misma, es un interés de estado, de nación, de pueblo que quiere salir de la situación de atraso. Todo país desarrollado es porque se ha intensificado la educación con altos niveles de conocimiento y por consiguiente de inversión. Sin embargo la educación no es exclusividad de los pedagogos; los especialistas no solo tienen la libertad sino el deber de ayudar a la socialización. El maestro juega su papel en la organización del trabajo educativo generando estrategias metodológicas procedimientos didácticos. Un ejemplo de ello es el trabajo de las facultades de física en gran parte de las universidades del mundo toman interés en la enseñanza de las ciencias; en el Perú hay muchos ejemplos. El Dr. Barriga cita a Einsten y nos muestra indirectamente que un científico puede ser educador no solo porque hace fácil lo difícil sino porque aunque muchos no han logrado percibir, Einsten – por ejemplo - modificó la metodología de estudio de los fenómenos de la naturaleza, uno de ellos viene a ser los experimentos mentales experiencia que muchos pedagogos intuitivamente la usan para desplegar conceptos.

En otras palabras, dando un carácter social a la educación hay una tarea prioritaria del pedagogo de socializar el conocimiento tomando como eje la pedagogía, y la tarea de los especialistas es ayudar a manejar mejor los conceptos y actualizarlos. El criterio que tiene el Ministerio de hacerlo profesor al especialista es tan descabellado como el hecho de hacer pedagogía sin contenidos.

El especialista ha de cumplir la función de soporte, puede un grupo especialista (físico, químico, biólogo…) ser parte de un soporte en una red educativa con apoyo sostenido, lo otro es crear una controversia inútil de dos grupos de docentes que hablarían un distinto lenguaje. Un ejemplo cercano y que hace ver lo vital que es trabajar con profesionales de otras áreas pero con buen sentido pedagógico, viene a ser, el tema del cáncer, que sabemos en nuestro país es la segunda enfermedad más mortal según estadísticas del MINSA, ya entonces es un problema de salud pública, el sistema de salud no puede abastecerse con su personal necesita de los educadores para hacer labores preventivas, pero los profesionales médicos deben ejercer salud comunitaria apoyándose en los docentes que deberán capacitarlo en los contenidos profundos para lograr que el proyecto o la campaña sea efectivo; vemos en este caso que el profesional médico cumple una función de soporte, y el pedagogo debe organizar el trabajo educativo para desplegar los contenidos en los alumnos que a su vez se desplegarán en la población contribuyendo así al desarrollo de una salud preventiva y por consiguiente a la disminución de este mal en cuanto a su mortalidad.

De esta experiencia podemos decir que el maestro está ligado al hecho educativo, el especialista al objeto de estudio de su profesión; pero el maestro necesita de ese objeto y contrastando con el hecho educativo promover así pedagogías innovadoras, elevando el nivel cultural de la población hacia un cambio de la sociedad.

Hay otros aspectos que señala el pronunciamiento, interpretamos algunas:

La “complementación pedagógica” es algo accidental no debe ser propósito del especialista ser docente, si un soporte; no es hacerlo solo por tener oportunidad de empleo.

El desarrollo del trabajo educativo en base a áreas es una cuestión de procedimientos didáctico y enfoque pedagógico más no debe negar el conocimiento disciplinario, especializado más si creo que un conocimiento en profundidad nos permite ligar a otras áreas tal es el caso de la física médica y la econofísica.

Algunos críticos dicen que en la educación en distancia desaparece el docente, yo diría más bien no, si entiende que el docente es básicamente un organizador de los procesos de enseñanza aprendizaje.

sábado, 3 de abril de 2010

LS MATEMATICAS DE GALILEO, por Wilder Chicana N.


Las matemáticas de Galileo
(Historia de la ciencia)


Nota previa: El profesor Wilder Chicana trabajó el tema de Galileo Galilei desde la Facultad de Ciencias Físicas - UNMSM (1986) con un primer artículo “Galileo el mito y el hombre”, en la actualidad ha desarrollado un estudio más minucioso que ha sido difundido en distintas partes México con el título de “Galileomaquia, cuatro siglos de esbozo”. La presente es un resumen de sus estudios de una de las líneas de investigación y que lo presentamos conjuntamente con algunos links que procuren en los interesados, un estudio más profundo.


Lic. Mario Rios Quispe




Wilder Chicana Nuncebay, Físico y Astronomo UNMSM, actualmente responsable del Area de Astronomía y Ciencias del Espacio del Planetario Luis E. Erro, Instituto Politécnico Nacional, México.

En la época de Galileo Galilei era habitual que el título de “matemático” se utilizara en diversas cortes europeas, tal como, por ejemplo, lo ostentaron el danés Tycho Brahe o el alemán Johannes Kepler. Sin embargo en 1610, como condición para que se trasladara desde la República de Venecia a Florencia, Galileo negoció cuidadosamente con Belisario Vinta, secretario del Gran Duque, su nuevo título: “filósofo y matemático de la Corte” en lugar de simplemente “matemático de la Corte”. Es evidente que Galileo consideraba éste último cargo como insuficiente. ¿Por qué? Tomemos nota además que, en una carta a Vinta (7 de mayo de 1610), Galilei se cuida de señalar que “había dedicado más años al estudio de la filosofía que meses al estudio de las matemáticas puras ”.
En la decisión de asumir tal título parecen existir al menos dos causas: en primer lugar, en las universidades en las que Galileo trabajó como profesor de matemáticas, su estatus social fue bajo. En aquel entonces los profesores de matemáticas ganaban mucho menos dinero que los profesores de filosofía natural, lo cual a su vez nos da un indicio de la enorme diferencia entre las dos disciplinas dentro de la jerarquía académica universitaria (y dentro de la sociedad).

En segundo lugar, el tipo de matemáticas que practicaba Galilei tenían, implícita, la presuposición de que con ellas se podía comprender el mundo físico. Esta era en cierta medida una aspiración de corte platónico que pujaba contra la concepción aristotélica acerca del estudio de la naturaleza, en la cual esta línea de aproximación no era vista con buenos ojos.

El hecho de que se Galileo se preocupara tanto por dejar bien sentadas sus credenciales sugiere que él mismo consideraba a la filosofía natural una actividad más importante y prestigiosa que las matemáticas. Más aun, en la carta a Vinta, Galilei cuestiona directamente a las “matemáticas puras” ¿Es esto importante? Para responder esta interrogante hay que saber que en la época de Galilei las matemáticas puras estaban representadas por la geometría, dedicada a las cantidades continuas; la aritmética, dedicada a las discontinuas (poco después se incorporarían a estas la trigonometría, el álgebra y la logarítmica). Pero también existían las llamadas “matemáticas mixtas”, heredadas del quadrivium medieval, representadas por la astronomía, la música y por la mecánica, óptica y estática, como adquisiciones recientes; aunque si bien es cierto recibían tal denominación todas aquellas áreas en las que cualesquiera cantidades fueran tema de estudio, tal es el caso de la geografía y la cartografía. La característica de las matemáticas mixtas o no puras, consistía en que consideraban la cantidad «vestida, y acompañada de algún accidente o afección sensible» y que por ello, en un lenguaje contemporáneo las calificaríamos como ciencias físico-matemáticas. Son éstas las matemáticas a las cuales Galileo consideraba como parte legítima del estudio de la filosofía natural, y por sus habilidades en éste tipo de actividad quedaba asegurado para él un papel relevante en esta disciplina.

Pero en este sentido, ¿por qué las matemáticas puras, no podían formar parte de una filosofía de la naturaleza? ¿Acaso Galilei no utilizaba geometría o aritmética? Sí, en el ejercicio de sus estudios Galileo utilizó relaciones geométricas y aritméticas; sobre todo si se tiene en cuenta que Galilei distingue entre magnitud y cantidad; pero para él eran un medio de expresar diversos aspectos de las cantidades de naturaleza cambiante o variable, justamente aquellas que aun para Aristóteles constituían el tema de la física. Galilei los utiliza como una suerte de “matemáticas aplicadas”. En su tiempo, las matemáticas puras estaban centradas en el estudio de cantidades “ideales” e inmutables y por ello no eran aptas para el programa galileano de estudio del mundo natural.

Con respecto al ejercicio de las matemáticas que hace Galileo, podemos señalar dos aspectos: el primero está relacionado con las matemáticas griegas o “clásicas”, donde usa intensivamente la teoría euclidiana de las proporciones, las cónicas de Apolonio (sobre todo en la descripción del movimiento parabólico) y los desarrollos matemáticos de Arquímedes. El extraordinario uso que hace Galileo de las matemáticas clásicas se encuentra expuesto en su obra fundacional “Discursos y demostraciones matemáticas en torno a dos nuevas ciencias”.

El segundo, tiene que ver con “aportaciones” galileanas tales como los diagramas tiempo-velocidad, una herramienta invaluable para el estudio de la cinemática; la composición de movimientos, que llevaría a la noción de vector; el atomismo matemático y su intuición acerca de algunas nociones, hoy bien fundamentadas, del cálculo infinitesimal; entre las que tenemos el agregatum o massa, relacionado con lo que hoy se conoce como integración y concebido para el estudio del movimiento uniformemente acelerado, en donde Galilei se apoyó, a la manera de Nicolás de Oresme, en los gráficos.
Finalmente, no se puede dejar de mencionar el abordaje que hace Galileo del asunto relativo al concepto de infinito en relación con las magnitudes extensas (quante) o numerables; e inextensas (non quante), no divisibles, a las que considera como las primeras componentes de las magnitudes. Su discípulo Cavalieri se encargaría de llevar más lejos algunas de éstas nociones.

El tipo de matemáticas que apreciaba Galileo no serían las matemáticas puras, tales como la geometría y la aritmética, sino las “matemáticas mixtas”, aquellas que se dedicaban de estudiar, en el decir de la época, a la cantidad «vestida y acompañada de algún accidente o afección sensible», y calificaríamos en un lenguaje contemporáneo como físico-matemáticas. Galilei se apoyó en las matemáticas de Euclides, Apolonio y Arquímedes, aplicándolas magistralmente en su obra fundacional de la física; consiguió además sentar las bases de grandes logros en diversas ramas hoy completamente fundamentadas de las matemáticas superiores; lidió con el concepto de infinito y desarrolló conceptos, tales como el de límite e integración, que conducirían a la legitimación del cálculo infinitesimal.

Referencias
http://grupogodofredogarcia.blogspot.com/feeds/posts/default?orderby=updated
http://www.youtube.com/watch?v=8VQ6l6BE91o
http://www.safirunam.org.mx/index.php/noticias-safir/146-galileomaquia-cuatro-siglos-de-esbozos