Por: Lic. Mario Ríos Quispe
Antiguamente en Grecia se creía que la ciencia era la liberación espiritual del hombre, tal es así que Platón escribía: “la ciencia es la única liberación de nuestro ser”, se creía que solo la capacidad de reflexión y análisis podía llevarnos a ser libres; no podemos negar que dentro de este contexto, el sistema social que imperaba era el sistema esclavista, que dividía la sociedad en hombres libres y esclavos, y en la cual la concepción de libres, tenía una explicación. Lo cierto es que los aspectos lógico formales resulta siendo la base de todo lo que a ciencia actual se refiere en la actualidad.
También podríamos hablar de desarrollo científico de la época del renacimiento con Leonardo de Vinci,. Stevin de Brujas, Galileo Galilei que cambiaron – sin saberlo y haberlo concebido - el significado de la ciencia haciéndola más dinámica porque “su ciencia” no se limitaba al análisis lógico formal de los fenómenos sino que tramontaba a lo experimental y aplicativo dentro de la sociedad. Famosa era la frase de Leonardo De Vinci: “El sentido de la actividad científica radica en la utilidad práctica que le puede dar el hombre”; como vemos, en este tiempo la ciencia no se quedó en lo especulativo y formal, sino que ha sido un catalizador e impulsor de tecnologías.
Y es precisamente bajo este concepto moderno de la ciencia, que habría jugado un papel trascendental en la sociedad actual; Kapitza dice: “la ciencia es considerada en la actualidad como elemento imprescindible del régimen social”. Claro que de acuerdo a lo anteriormente expuesto; cada país, cada sociedad ha tenido y tiene una manera particular de desplegar ciencia, revisando, negando siempre los conceptos que siempre se van anquilosando en la medida que nos satisfaga las necesidades; es así que EEUU, tiene su modelo científico tecnológico (consumo, comercialización, militarización). Y que decir de los países del tercer mundo que todavía se encuentra en la etapa inicial de ciencia, con excepción de Brasil, Argentina y Chile. Todavía seguimos en un plano científico clásico pero sin trascendencia real y concreta, limitándose solamente a comprender la investigación contemporánea (dizque para estar al día en los adelantos científicos), presumo entonces que hasta el momento no se ha hecho ciencia en el real sentido de la palabra, porque sencillamente no atendemos nuestras necesidades y aumentamos a esto, el nulo apoyo del gobierno y de los industriales.
En relación a esto, el Dr. Castro de la Mata dice: “Si no volvemos la mirada a la ciencia nunca podremos salir del círculo vicioso de la pobreza”. El concepto si bien cobra sentido real hay que entenderlo de una manera integral pues no es que la ciencia sea salvadora – aunque los científicos perdamos un cierto ego – lo concreto es que la ciencia es necesaria, pero no suficiente para el desarrollo integral del país; contribuimos porque somos parte de la relaciones de la sociedad, de las instituciones, de las esferas de producción.
En otro aparte el Dr Castro afirma: “el Estado le presta poca ayuda, la sociedad está totalmente desinteresada y en las universidades hay un cambio hacia la empresa universitaria que se dedica fundamentalmente a la formación y preparación de técnicos y se deja de lado la investigación ……”. Lejos de lo que sea apoyo, sencillamente es la política del Estado, deshacerse del papel promotor de la actividad científica, y lo que se ha denominado empresa universidad no es sino innovación, iniciativa tecnológica, mas no es un patrón de desarrollo integral en ciencia tecnología, y que siempre va a necesitar de la investigación básica como parte del desarrollo científico general y de la política que debería auspiciar.
Esto nos lleva a la correlación ciencia y sociedad, algo que para muchos científicos es considerada una correlación innecesaria; porque los científicos – se cree – deben dedicarse a la ciencia a la investigación y no estar en cuestiones mundanas. Sin embargo los hechos son reiterativos no podemos escapar de las cuestiones relativos a la sociedad, debemos concebirla porque es a la que finalmente debe servir. Ya que a pesar de que tengamos problemas urgentes (pobreza, discriminación ….) que atender, el papel de la ciencia seguirá siendo importante solo cambiará de forma, de objetivos, de modalidad. En nuestro país la ciencia debe ser una arma contestataria, recusadora al sistema, elevadora del nivel de conciencia social orientado a la transformación de la misma; por lo tanto no es utopía hablar de ciencia en el Perú, hay que saber ubicarla y desarrollarla en un contexto, esto es científico pues nos atenemos a una realidad concreta para poder asumir la tarea de señalar propuestas y contribuir al cambio con las demás áreas e instituciones del país.
Esto en los aspectos mas específicos implica el fomento de una "política científica" que se ha de entenderse como el conjunto de disposiciones, el ordenamiento jurídico, que el Estado debe adoptar para fomentar la investigación científica. Lo que significa que se considera la ciencia como un valor económico y de progreso social hoy y en perspectiva.
En el contexto global – a juicio de los expertos -, la ciencia no es patrimonio de la humanidad tiene un rol geopolítico. En el sentido que posiciona a las naciones en competitivas y poderosas por cantidad y calidad de población trabajadora que abre la brecha entre los países llamados “desarrollados” y los denominados “emergentes”. La ciencia para los países desarrollados, es el insumo fundamental del paradigma sociotécnico hegemónico, que tiende a aumentar la pobreza y la desigualdad entre países y entre sectores dentro de un mismo país. Pero que para países como el nuestro ha de ser un arma por la liberación de las fuerzas productivas y la sociedad, que de semicolonial ha de devenir en democrática.
Esta política “científica” que no es sino derivación de la política general de un Estado comprometido en su verdadero rol de promotor de la ciencia en la población a través de la educación científica y de la comunidad científica, en el apoyo al esfuerzo investigador orientado a generar valores agregados en la producción; sobre este último creemos que un buen inicio es mejorar la investigación y la innovación orientado a nuestra economía, eso implica también crear un clima social determinado, que apoye y que valore la labor de los investigadores. Esta tarea no puede ser llevada a cabo más que con la colaboración de los medios de comunicación. Porque no hay ciencia sin difusión y divulgación. Porque de lo que se trata es de aproximar la ciencia a la sociedad, haciendo que ésta sea consciente de la importancia de alcanzar una cultura científica y tecnológica. Y entonces no hay por tanto caminos separados entre educación científica y la producción científica propiamente dicha, y es deber del Estado de promoverla y desplegarla en bien de la sociedad peruana.
Una de las líneas de trabajo mas desenvueltas es el financiamiento internacional, entendemos que dada la realidad en nuestro país en materia de ciencia y tecnología, esta no puede ser resuelto por entidades internacionales - necesariamente -, pues ello cuestiona la posibilidad de una estrategia que apunte a un desarrollo endógeno con miras al bienestar de la población y a la alineación estratégica del país en la región. Cualquier apoyo internacional está sujeto a los intereses que esas organizaciones dependen.
Dentro de lo que es la investigación científica resaltamos el papel del post grado como una de las estrategias a ser desarrolladas en nuestro país para alcanzar un conocimiento y destreza sostenida en el campo de las ciencias específicamente en los niveles de maestría donde se prepara a los graduados en la investigación seria.
El actual post grado en nuestro país como dice Roger Guerra García: “reproduce las debilidades y deficiencias”, esto se ve con mayor profundidad porque cada vez se hace mas intensa la relación post grado – mercado ocupacional, que ha dado lugar a la meritocracia. Elevar pues la calidad del post grado es una tarea pendiente con las que se estén trabajando pero también suprimiendo otras que no tienen ningún respaldo epistemológico y económico en el sentido de ser proyectado como una especialidad de necesidad en nuestro país y su esfera productiva.
Después de haber evaluado los programas de maestría y tomado decisiones concretas al respecto; seguidamente se tiene que trabajar en los niveles de doctorados, pues se ha observado – Según Piscoya - que “los estudios del 2007 revelan la cantidad de doctores que se gradúan pero no escriben en revistas indexadas, lo que revela que el nexo entre producción de doctorados, en el segmento señalado, prácticamente es inexistente.
Normalmente se asume que si una persona tiene un doctorado, entonces está autorizada para enseñanza en el postgrado. Este requisito en las universidades calificadas solo habilita para la enseñanza en el pregrado y para el post grado.
Algunas propuestas a señalar (Adolfo Piscoya):
· Regulación y supervisión de los programas de post grado a nivel nacional.
· Los programas de post grado deben tener como mínimo profesores doctores de planta debidamente acreditado a través de publicaciones que satisfagan estándares internacionales.
· Por lo mismo de lo anterior, no se debe concebir que un programa de post grado no tengan una buena biblioteca especializada en las menciones que proponen y ligados a suscripciones en base de datos científicas con una antigüedad no menor de 05 años.
· Creación del vicerrectorado del post grado y de investigación de tal manera que movilice los programas de post grado y los institutos de investigación
· Entrenamiento en la redacción y publicación de artículos científicos
· Todo lo anterior lleva a invertir en educación universitaria (actualmente es de 061%) Perú invierte por año $ 2300, Brasil $ 10,000 y EEUU $ 20,000.
· Privilegiar los gastos en educación superior parece ser la tendencia (tigres del Asia) y es por ahí donde hay que apuntar.
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