EDUCACION CIENTIFICA, ENTRE COMPETITIVIDAD Y COOPERACIÓN
Por: Lic. Mario Rios Quispe
Grupo Godofredo García - UNMSM
En el último CADE (2010), todo el empresariado incluido los especialistas y gurús, plantearon que nuestro país estaba en pleno crecimiento que ha decir de Alan García inclusive en algún momento superior a China, y que hay por tanto, mayor interés de los inversionistas extranjeros, pero que habría el problema del déficit de recursos humanos idóneos, lo que exige buscar la ventaja competitiva (Porter Michael), para que el crecimiento pueda constituirse en desarrollo y de esa manera generar prosperidad en nuestra nación y apuntarse a ser país de características similares a los tigres del Asia.
En ese mismo foro y ante la reflexión de cómo hacerlo, plantearon que la educación sería el elemento clave para ese desarrollo esperado; llegado a este punto, tanto a los especialistas como los candidatos presidenciales se les vio débiles en los planteamientos, pues, cuando las respuestas son genéricas solo sirven para ganar auditorio, pero mas no para comenzar a encontrar cursos de acción que favorezcan el desarrollo del país con igualdad de oportunidades, sobre todo para los mas pobres que es en nuestro país bordea el 40% según datos optimistas del INEI.
Entonces viene la pregunta ¿es posible el desarrollo de un país bajo el marco ideológico de la competitividad?, los temas de competitividad fueron planteados en nuestro país desde los 90, pero en el mundo se ha trabajado desde los 50, ocasionando mucho debate, en el sentido que la competitividad trae aparejado otros conceptos como exclusión, marginación, desplazamiento entre otros. Ahora, lo que se llama competitividad en países como el Asia y Europa es por la fuerte incidencia en Ciencia y Tecnología que especificado en nuestros países sería Ciencia Técnica y Tecnología en la medida de disponer de una masa humana crítica que asegure procesos de investigación e innovación masivos que a la larga procure el desarrollo industrial sostenido de nuestro propio país, y en ese caso ya no será la competitividad de las personas sino también de los clusters y organizaciones científicas, así como de aquellas que promueven la investigación y/o innovación.
En nuestro país ¿podemos hablar de competitividad como en las naciones desarrolladas?, El problema de los especialistas y gurús que presentaron sus ponencias en CADE es la visión clásica y tradicional de competitividad que lo único que lograría es desplazar ingentes recursos humanos, científico, técnico y tecnológico, y de esa manera reduciría el potencial de investigación, pues para nuestro país no es solo la exclusividad, sino la masificación de los esfuerzos científicos apoyado por una cultura científica. Es en ese marco que se hace necesario no solo una educación en sentido general y abierto, sino y fundamentalmente una educación en ciencias. Eso en nuestro país, con la actual Diseño Curricular Nacional, se hace difícil, primero porque los profesores de ciencias solo llegan al 30% de la currícula en ciencias y justamente los logros de la CyT está en todo lo que corresponde a mecánica cuántica, biología molecular, genética; y si a eso se añade que las horas de curso de ciencias se han reducido dando espacio dizque a procesos de comprensión lectora, curiosamente, como si en ciencia no se leyera; mas aún, cuando las tendencias revelan que se hace necesario lecturas de material científico (paper) que incluye modelos matemáticos fórmulas y gráficos estadísticos
Lo que es mas grave son los procesos de capacitación en ciencias que descuidan lo central en la actividad científica:: la investigación y proyectos científicos que motiva la actividad científica básica. Los actuales programas introduce al profesor a un activismo social que se expresa en fabricación de maquetas, auxiliares audiovisuales y estrategias de trabajo educativo que pienso no dejan de ser útiles, pero cuando se enfatiza en ello se pierde el fin principal de la educación científica que es investigar y socializar el conocimiento científico, aspecto que ayudará a generar la base mínima para hacer un trabajo científico de nivel internacional. Los programas actuales de capacitación docentes en ciencias no cubren lo fundamental, que no sea el hecho del ascenso, pero que en temas de políticas educativas de Estado en CyT no hay un horizonte claro.
Creemos que si queremos llegar a la competitividad, tenemos que orientarla al concepto de cooperación, algo que Deming (1993, New Economist) padre de la calidad afirmaba en lo que corresponde a los aspectos educativos y de alta socialización; y después hacer una campaña no solo de ciencia y sus científicos sino el potencial que en los próximos años serán los nuevos científicos cosa que EEUU lo hizo ante el lanzamiento del Sputnik (1957) al espacio por parte de los soviéticos, lo que dio a esa nación establecer todo un balance de lo que hasta ese momento se había hecho en cuento a ciencia y que hoy vemos dio resultado.
Mientras la clase empresarial, la comunidad científica y el Estado en nuestro país no actúe atendiendo a las bases que hacen posible la cultura científica, no podrá haber ningún desarrollo y por ende no habrá sostenibilidad pues ante un programa abiertamente primario exportador toda la captación de capital y sacrificio de nuestros recursos será un boom que finalmente nos pondrá en una situación desventajosa respecto a otros países de la región.
En resumen hablamos de una educación científica masiva que incluya planes sectoriales, nacionales así como programas de innovación y desarrollo tecnológico pasando por un inventario de que es lo que se ha realizado hasta el momento; potenciando a su vez las destrezas de los maestros en el trabajo y la formación científica de los estudiantes, así como promoviendo acciones de inventiva y habilidad industrial, esto es educación científica; lo otro, los foros, las reuniones de la comunidad científica (ECI), el intercambio y transferencia de científicos a nuestro país solo sería efímero y de corto plazo, que ante la falta de incentivo finalmente terminaría por desaparecer, lo que se ha llamado la fuga de talentos. La competitividad debe ser compaginado entonces por cooperación para hacer viable nuestra nación no solo en lo económico sino también en lo social que es finalmente a donde debe apuntar toda propuesta y política de estado de servicio a las grandes mayorías.
1 comentario:
Héctor Edgardo Solassi Pienso que educación y ciencia se juntan en "Ciencias de la Educación". -Por un lado: se proyectan pensamientos mediante métodos científicos, tratando siempre de que se comprendan desde y para una "Ciencia" en particular. Estas a su vez tienen distintas maneras de expresarse, a traves de Lenguajes particulares que incluso comparten. (la Matemática para la Física, -y otras exactas- La expresión escrita a traves de las palabras combinadas armoniosamente por la semántica, para la Filosofía - y otras humanas-. También quizás la Música con sus pentagramas, corcheas y sus claves de sol o de fa. (matemática pura, La 440...) A su ves estos lenguajes en si mismos ya que parten como cualquiera de las ciencias del hecho de tener un "Objeto" de estudio y métodos de abordaje para comprenderlo en pos del conocimiento, siguen su camino casi por "se estesso". (la extensión es inevitable en estos casos). A su ves, tanto a la Matemática como a la Filosofía se las sustenta con la Lógica, la Epistemología y no faltaría un "Eter", y así siguiendo (para bien, seguro). -Y por otro lado-: Existe la Educación cuyo objeto es estrictamente social y sus procedimientos son las "políticas educativas". Pero no confundamos Ciencia con Educación. La Ciencia es una expresión de la curiosidad del hombre, y la Educación es una necesidad social, tanto para los que entiendan ser partícipes de su destino, como para los que la "no educación" sea un arma necesaria al tirano que somete los destinos de los pueblos por una cuestión de poder. Un científico puede no ser educado y un ser educado no necesariamente es un científico. Es aquí donde se encuentran y creo justifican de alguna manera lo expresado: Galiléo, científico (no educador) es excomulgado por la educación en poder de la Iglesia. Si no me equivoco no hace mucho que se le excomulgó de su excomunión. Que la tierra giraba alrededor del sol seguro hubiera ayudado a educar mejor, pero incluso, aunque no hubiese sido desacreditado por el poder (todo lo contrario a veces pienso porqué no se hicieron dueños de tal idéa absolutamente comprobada, está claro que en esa y cuaquier época la obscuridad sigue ganando las guerras). En síntesis: La educación no tiene que estar en manos de los científicos; La guerra o la paz no tiene que estar en manos de los militares; El futuro de una nación según su bienestar económico no puede estar en manos de los economistas, hasta me atrevería a decir que la religión no puede estar en manos de los dioses. O sea que hay que hacer cambios en materia de educación, por sus propósitos, por la oportunidad social al acceso a ella, por la capacidad de sus enseñadores (tanto científica como de experiencia vital), pero la ciencia si bien también orientada al interés (hablo de vocación) no necesita un cambio. Mi viejo , Ingeniero estudió Física y Matemática como yo. También Huergo, Moretto, Fermi, Carnoot, Otto, y avanzamos. Luego debe considerarse a Leibnitz casi padre del cálculo diferencial, que ahora no aplicamos porque podemos sumar millones de elementos finitos gracias a las computadoras, pero que se quede tranquilo porque sin sus derivadas e integrales, jamás hubiéramos llegado a las computadoras. Entre festejos de las primeras horas del 2012. Felicidades!
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