LA CIENCIA EN
LOS TIEMPOS DE RE CREO
Por: Lic. Mario Rios Quispe
Referirnos
al trabajo científico extendido a las escuelas públicas resulta ya un esfuerzo
interesante de ligar a la población con las ideas y práctica de la ciencia; se
hace trabajo por ejemplo en los planetarios con la visita de los estudiantes;
se hace también en los museos de ciencia y tecnología, el Museo de Electricidad
de Barranco; Parque de la imaginación (cercano a la Universidad Católica) o el Museo Histórico de Ciencias Físicas de la
UNMSM del cual fui uno de los fundadores, como consta en los registros de la
Facultad. Otro de los trabajos desarrollado mayormente en países del primer
mundo es ciencia en la calle, donde los promotores de CyT y hasta los propios
científicos con mucho entusiasmo educador van a mostrar sus experiencias o experimentos
novedosos, sencillos, pero de alto impacto como el tema ¿vemos la
radiactividad?, Generadores de Alto Voltaje como el Van der Graff. Todos estos
programas y proyectos no tienen la presión curricular y de la organización del
trabajo pedagógico mas si tiene la condición de tomar temas actualizados de la
ciencia y generar un entusiasmo hacia el conocimiento científico y de cómo
trabajan los científicos.
Divulgar
y popularizar la ciencia es un trabajo que está colateral al trabajo pedagógico
no es complementario pues tiene una finalidad científica y hasta política,
recordemos al mismo Graham Bell que para tener apoyo y a su esfuerzo
descubridor e innovador recurría a las exposiciones y demostraciones en las
calles y al aire libre, su esfuerzo era más práctico y de utilidad directa;
para países como el nuestro la divulgación y popularización de la ciencia tiene
mas un esfuerzo cultural e ideológico tiene un propósito de ganar la mente de
las ingentes masas populares por lograr – aunque de forma ideal muchas veces –
el pretendido objetivos de que adquieran un criterio científico, y lograr y
lograr así entre otras cosas, que mas
jóvenes encuentre un amor e inclinación por la ciencia, no solo como elección
profesional sino y también como una forma de vida.
Somos
objetivos en afirmar que de parte del Estado y específicamente del MINEDU hay un nulo interés en apoyar los esfuerzos
de la ciencia y específicamente los esfuerzos de la ciencia en la educación,
tal vez porque parten de la idea que la ciencia es comprar equipos y módulos de
laboratorio para los colegios del Estado y la ciencia aparecerá – por tanto - por
arte de magia; o que los profesores deben ser capacitados en como enseñar que
más bien en el que enseñar; como organizar el trabajo pedagógico en CA y CTA o
aprender más sobre la ciencia y como trabajan los científicos, escuchando y
convocando a los mismos científicos o profesionales de la ciencia atendiendo al
hecho también, que los conocimientos científicos se “metamorfosean” cada día, y
esto es irónico cuando el Estado Peruano ha asumido el plan estratégico de ser
un país competitivo, cuando bien sabemos que toda competitividad pasa por el
desarrollo de ciencia y tecnología, y digo desarrollo porque la tecnología no
es solo los científicos y los instrumentos de la ciencia, es también la
técnica, la cultura científica y su popularización, hoy hablaríamos tomando
alguna frase abarcadora de Gramsci “el bloque cultural histórico de la
ciencia”.
Así
las escuelas del Perú deberían contar con un laboratorio bajo el concepto nuevo
de ser versátil y no los convencionales laboratorios de ciencias de una
universidad, pues nuestros objetivos son educativos culturales y por ende muy
asociados al concepto y a su aplicación en la vida diaria. El personal de
laboratorio debería ser la persona profesional en ciencia debidamente formado
en algunas de las disciplinas científicas, que si bien, cumple labores gestión
tanto de inventarios, control de sesiones de trabajo y programación; también es
cierto siendo formado en al ciencia con cierta orientación de pedagógica, puede
apoyar al maestro en el manejo de los equipos de laboratorio tanto de
orientaciones técnicas como en los temas de la ciencia. Cito un caso real que
me tocó vivir: la Unión Astronómica
Internacional (UAI) lanzó el comunicado mundial que Plutón ya no sería
considerado un planeta y que por cierto había una serie de argumentaciones
científicas de porque no debía ser un planeta, entre otras cosas porque se
había observado 40 “planetas” similares a Plutón y eso iba a generar un
problema en la clasificación científica, sin embargo esto dio lugar a construir
el concepto de planetoide o planeta enano como una reclasificación de los
planetas; así podemos decir que los científicos pueden “actualizar” los
contenidos y entonces el trabajo pedagógico se haría mas interesante. Podemos
citar también los esfuerzos científicos que realizan los científicos y buscar
las condiciones de habitabilidad en Marte y que tiene que ver con información
muy precisa y actualizada, pero además popularizada por los propios científicos
para la educación en general.
Esta
situación señalada de recursos que se desperdician y personal que no recibe
entrenamiento en ciencia, nos infiere en señalar que estamos desperdiciando
oportunidades inmensas de crear bases para hacer ciencia en nuestro país y
específicamente en las escuelas básicas del Estado, estamos perdiendo
valiosísima información y valioso talento a futuro, aunque sabemos que la
ciencia igual saldrá adelante, pero el problema es tiempo; y los profesionales
de la ciencia están en la obligación moral de “predicar” promover o “marketear”
la ciencia pues es una tema nacional de desafío hacia la competitividad, todos
los países lo han hecho, tuvieron sus tradicionales ingresos económicos y
aumento de PBI con los commodities, turismo y gastronomía, pero nada es más
productivo y de alta productividad que la ciencia y su concreción que es la
tecnología..
Ante
estos hechos lanzo como propuesta “Ciencia
Re Creo”, que es un espacio de 15 minutos en un inicio semanal de sacar los
equipos y módulos de laboratorio a los pasadizos, al aire libre para que los
alumnos que quisieran, disfruten del conocimiento científico y sus cosas
paradójicas e impactantes que tiene con temas de actualidad científica,
experimentos impresionantes u observaciones a través del microscopio o telescopio
que motive el interés por la ciencia. Como se sabe no ocupa un espacio
pedagógico, no cruza las horas de clase del profesor, y más bien el trabajo de
los responsables de laboratorio se hace más productivo, se genera el entusiasmo
por usar este recurso de aprendizaje.
Por el
lado del apoyo externo, podría venir un científico o profesional de la ciencia a aprovechar esos minutos de “Re Creo” para
difundir la ciencia , previa invitación de la dirección del colegio, en este
caso los equipos ya deben estar dispuestos para que directamente el profesional
de la ciencia haga su trabajo de divulgación, eso exige coordinación práctica
entre el profesional de la ciencia y el auxiliar o responsable de laboratorio;
esto puede ser retransmitido en las redes sociales e internet y además ser
editado con “intro” sobre el trabajo que hacen los laboratorios de ciencias del
Estado lo que a futuro sería estar conectado todos los laboratorios de ciencias
del país; como se ve podemos lograr impacto social de los esfuerzos de hacer
ciencia mediante la divulgación, popularización y socialización; todo está en
tener esa convicción y esa misión – visión de que todo esfuerzo, por más
pequeño que sea, contribuirá a elevar el nivel cultural científico de la
población mediante el aprendizaje y motivación hacia la ciencia por parte de
los escolares; porque ellos, una vez motivados, también puedan retransmitir los
conocimientos científicos aprendidos en sus hogares y su comunidad cercana.
Ciencia Re Creo se
constituye así en una de las estrategias de divulgar y popularizar la ciencia
en nuestro país, reitero, en ese gran bloque histórico cultural de científicos
– maestros y estudiantes con resonancia en la población por su desarrollo
cultural y científico.
mrq@17ago2018
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