¿Políticas en salud, Políticas
y salud, Salud Política, Políticas de Salud?
Por: Lic. Mario Rios Quispe
Master in Business Management
A
raíz de los procesos de reformas de la salud, la literatura médica en gestión
se ha visto inundada de una serie de términos relacionados con la política
principalmente asociado con la economía y el derecho; situación que nos ha
llevado a conceptos tales como políticas de salud, políticas públicas en salud,
economía de la salud, salud defensiva
políticas sanitarias, lineamientos en políticas de salud, en esencia,
han pasado de un sentido gremialista y de estado para pasar a unas políticas más
operacionalizadas y que se ha denominado polity, politics y policy.
Pero,
que es la política en la acepción más general; según el diccionario Mir-Moscú
la política es “la relación entre los grupos sociales en la cual predomina uno
para dominar al otro”, esto ha sido así
a lo largo de la historia mundial; relacionándolo esto con la salud y siguiendo
un enfoque marxista diremos que si “un sistema de salud refleja la estructura
de clases” entonces desde este criterio ya nos estamos refiriendo a relaciones
de grupos en conflicto; se entiende aquí, que el dominio de un grupo social
sobre otro, se expresa a través de directivas, recomendaciones, y nuevamente,
estos reflejan los intereses de los grupos económicos.
De
lo manifestado diremos que la política – en la actualidad - se ha dividido en
polity como el orden del sistema y las personas, la politics como las acciones
de gobierno y los partidos, y las policys como las políticas públicas, que como
se ve en ninguno de los casos, planteados escapa a las contradicciones
antagónicas y no antagónicas entre los
grupos sociales, solo que en uno se ve más predominante que otros.
Desde
el campo de la salud con la política y según Rudolf Virchow “La medicina es una
ciencia social y la política no es más que medicina en una escala muy grande”,
y lo es porque la salud está ligado a los procesos productivos cuya base es la
estructura económica social determinada, por tanto, contienden los grupos
sociales defendiendo cada uno sus intereses. Vemos el caso de políticas en
salud que deviene en polity y policys, ahí tenemos la política de reducción de
la desnutrición crónica que especificada puede llegar a un 40% en zona rural y
en zona urbana 10%. Como se ve hay un desinterés – por decir lo menos – de una
clase dirigente de mejorar la salud en zonas vulnerables.
Vemos
otro caso, la política de reducción de la mortalidad infantil que según los
objetivos del milenio debe ser la tercera parte al 2015, esto supone dar
calidad de vida por el resto de nuestros días, cosa que entra en
cuestionamiento en nuestro país, en una parte por la mala planificación, entre
ellas la priorización, pero viene la pregunta, no es expresión de intereses de
determinados grupos sociales que favorecen el conglomerado financiero que
promueve una práctica patocéntrica.
Las
políticas de medicamentos, que no reduce la asimetría de información y no
promueve las compras corporativas de medicamentos genéricos por parte del
Estado que supone, debe salvaguardar la salud de la población pero que en la
práctica responde a los intereses de grupos económicos del país que han visto
un potencial de rentabilidad en nuestro país porque hasta la fecha el sector
público maneja solo el 30% de los mercados de medicamentos.
En
otros elementos colindantes con la salud encontramos a las policys por ejemplo
cuando nos referimos a la economía de la salud esta comprende aspectos de
mercado que se subdivide en demanda, oferta, financiamiento y principalmente
política que es el aspecto decisorio y es que, la decisión política debe propender a la movilización social y al
financiamiento coherente con los principios del derecho a la salud, así como a
la productividad de los servicios de la salud; pero que, para que sea
legitimada, esta debe ser consensuada.
En
otros aspectos, la dinámica social nos lleva a los aspectos del derecho, que
como bien sabemos, todo derecho supone una normatividad, pero esta no sería
nada sin un mecanismo coercitivo y una “herramienta” que la especifique,
determine y dé medidas respectivas de aplicación basado en políticas de la
salud.
El
caso de la aplicación de las reformas es un ejemplo típico. En el Perú supuso
un cambio del marco jurídico que se ve expresado en una nueva normatividad
centrando más en los aspectos de cómo financiar la salud y que a decir de los
gremios médicos y las organizaciones no gubernamentales así como la de los
usuarios, hay una pretendida privatización de los servicios, pero que a decir
de los operadores de la reforma, esta debe cumplir una función rectora como es
el de ejercer la regulación, vigilancia y cumplimiento de las políticas de salud.
Vemos en este último caso que también estará en confrontación con las
organizaciones no gubernamentales y las organizaciones de usuarios, lo que debe
dar lugar necesariamente a establecer una ley de derechos de usuarios y a la
aprobación de un plan anticorrupción; no olvidemos que según la OMS un
componente de ineficiencia en salud es la corrupción, así que desde la
perspectiva social es importante que la población se organice. De parte del
personal médico también hay una contradicción como es la llamada medicina
defensiva o salud judicializada que en sociedades de marcada filosofía de libre
mercado con crecimiento, la práctica médica se ve mediada con una serie de
instrumentos del derecho y que ha obligado el desarrollo de la auditoría médica
como herramienta que garantice las buenas prácticas y establezca grados de
conformidad en la práctica de los servicios de la salud, entre ellos lo de
atención, que para la política no solo está referido a un sistema de atención,
sino que es el resultado de la interacción de factores sociales, económicos,
culturales e históricos.
Tenemos
otro caso, el llamado acceso universal o aseguramiento universal (AU) que no es
sino derechos a la salud que deben tener los habitantes de la tierra, y que han
sido proclamas y directivas globales, pero que al no hacerse efectiva ha
generado contradicción entre lo que debería ser derechos sociales y el derecho
internacional, lo que debe entenderse desde la perspectiva del usuario, centrar
en los derechos fundamentales, porque
tras ellos hay principios de legalidad y bien jurídico, y donde el derecho
universal será el marco de referencia para consolidar los derechos humanos
fundamentales aplicados a la salud.
Decimos
entonces que la política de salud no está exento de la gran política; vale
decir, la política sectorial no está exenta de la política de gobierno central
y toda su estructura de Estado relacionado con directivas globales, entonces
los factores que estamos viviendo actualmente como la inseguridad ciudadana,
violencia urbana, cambios sociales y estilos de vida de riesgo – sin lugar a
dudas – aumenta la vulnerabilidad y condiciona el desarrollo de enfermedades,
esto supone el desarrollo de políticas en salud.
Veamos
un ejemplo:
La
obesidad infantil en el Perú ocupa el octavo lugar a nivel mundial con un 14.5%
de los afectados (2013, 12% obesidad, 18% sobrepeso) lo cual nos lleva a una problema de salud
pública y por tanto a manera de política no debe recaer en el individuo con
solo prescripciones y cartillas, sino que esta debe verse como un problema de
salud que se configura socialmente por lo mismo de la responsabilidad del gran
conglomerado industrial alimenticio, entendiendo que esta puede ser una de las
causas principales y que por cierto puede acarrear contradicciones entre los
grupos de poder.
Vemos
en todo esto que los problemas de salud moderna sugiere que su solución va más
allá de la propia salud y ha de constituir un desafío de la salud pública por
todo los cambios demográficos, epidemiológicos, deterioro del medio ambiente,
condiciones de vida moderna en las grandes ciudades, accidentes, enfermedades
no transmisibles, violencia social-urbana; definitivamente, exige más que salud
que en sentido actual es más política o
como diría Wirchow: “…..medicina en una escala muy grande” .
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